El problema económico básico es la insuficiencia de recursos para satisfacer todas las necesidades y deseos humanos.
Las necesidades humanas tienen la característica de ser ilimitadas, esto es, una vez cubiertas las más básicas, surgen otras de orden superior, luego otras, y así casi hasta el infinito.
El fin de toda sociedad es la satisfacción de las necesidades de sus propios ciudadanos. Pero para conseguirlo hay que disponer de una serie de recursos que puedan convertirse en bienes y servicios aptos para el consumo de la población: alimentos, vestidos, casas, carreteras, hospitales, escuelas, etc. Los recursos productivos, por tanto, son todo aquello necesario para producir bienes y servicios: materias primas, trabajo, maquinaria, energía, construcciones, capital financiero, etc.El problema es que los recursos productivos son limitados, frente al carácter ilimitado de las necesidades y los deseos que hay que satisfacer. Existe, por tanto, en la vida económica una escasez relativa, como consecuencia de esta contradicción: con los recursos disponibles no se pueden atender todas las necesidades. Este es el problema económico fundamental.
Sin
embargo, la escala de la escasez es diferente para las distintas
personas o sociedades.
La actividad económica surge precisamente para superar el problema de la escasez
de recursos. La imposibilidad de obtener todo lo que deseamos nos obliga a elegir qué vamos a producir con esos recursos limitados, qué
necesidades se van a satisfacer y cuáles no.
Los distintos protagonistas de la actividad económica, o agentes económicos, se ven obligados a tomar decisiones diariamente, debido a que su limitación de recursos les impide comprar todo lo que quisieran. Por el contrario, tienen que elegir qué hacer con su limitada cantidad de dinero y qué no hacer. En definitiva, tienen que establecer prioridades decidiendo lo que es más conveniente para ellos.
Los distintos protagonistas de la actividad económica, o agentes económicos, se ven obligados a tomar decisiones diariamente, debido a que su limitación de recursos les impide comprar todo lo que quisieran. Por el contrario, tienen que elegir qué hacer con su limitada cantidad de dinero y qué no hacer. En definitiva, tienen que establecer prioridades decidiendo lo que es más conveniente para ellos.
Las familias y los individuos son los agentes dedicados al consumo y tienen que elegir en qué bienes gastar sus ingresos, siempre limitados: comida, casa, ropa, videojuegos, música, etc. O decidir cómo utilizar su tiempo:
dedico la tarde a estudiar o a hacer deporte, o quizás voy al cine con
los amigos... porque el tiempo, es decir la vida misma, es otro recurso
escaso.
Las empresas son los agentes económicos encargados de la producción y distribución de los bienes y servicios que consumen las familias. Ellas deben tomar decisiones sobre cómo invertir su presupuesto financiero, por supuesto limitado: qué bienes producir, cuántos trabajadores contratar, cuantos equipos adquirir, etc.
Las empresas son los agentes económicos encargados de la producción y distribución de los bienes y servicios que consumen las familias. Ellas deben tomar decisiones sobre cómo invertir su presupuesto financiero, por supuesto limitado: qué bienes producir, cuántos trabajadores contratar, cuantos equipos adquirir, etc.
El tercer agente económico es el Sector Público, que tiene carácter colectivo y actúa tanto como consumidor como productor. También este agente, generalmente los gobiernos, están obligados a tomar decisiones sobre la forma de gastar los ingresos públicos, los impuestos: viviendas, carreteras, escuelas y universidades, centros de salud, etc.
En definitiva, cada uno de nosotros, en nuestro papel de consumidores o de empresarios, tomamos todos los días numerosas decisiones económicas individuales. Estas decisiones, unidas a las que toma el gobierno en representación del conjunto de la sociedad, dan un resultado económico final (a nivel nacional, regional o supranacional).
En definitiva, cada uno de nosotros, en nuestro papel de consumidores o de empresarios, tomamos todos los días numerosas decisiones económicas individuales. Estas decisiones, unidas a las que toma el gobierno en representación del conjunto de la sociedad, dan un resultado económico final (a nivel nacional, regional o supranacional).
El siguiente vídeo muestra esta idea de la necesidad de elegir y de establecer prioridades:
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