Hasta ahora nos hemos centrado en la forma en que las familias y las empresas se relacionan entre sí a través de diferentes tipos de mercado, y en cómo llegan a situaciones de equilibrio o desequilibrio. Esta forma de examinar los asuntos económicos se conoce como microeconomía. Pero para poder conocer cómo funciona la economía en su conjunto es preciso abordar el estudio de los problemas económicos desde una perspectiva más amplia que la del comportamiento individual de los agentes.
¿QUÉ ES LA MACROECONOMÍA?
La macroeconomía analiza los problemas económicos desde el conjunto, es decir, no se interesa tanto por analizar cómo se comporta una empresa o qué pasa en un determinado mercado si no por interpretar el funcionamiento de la economía de un país.
Estas dos perspectivas económicas, macro y microeconomía, no son más que dos maneras de examinar el mismo fenómeno. De hecho, lo que ocurre en el conjunto de la economía no es sino la suma de los millones de decisiones individuales de las familias y empresas que la forman; así, el crecimiento global de un país depende de las múltiples decisiones de inversión e investigación de los agentes económicos; la tasa de paro es, en parte, el resultado de las decisiones de contratar trabajadores por parte de cada una de las empresas, etc.
En la realidad, las cuestiones analizadas en las unidades anteriores afectan a la totalidad de la economía. Por ejemplo, cuando las empresas de un sector incorporan una tecnología más eficiente, podrán mejorar su producción. Este aumento de la productividad hará que mejoren sus beneficios, lo que posiblemente les permitirá aumentar su nivel de empleo y mejorar sus salarios; ello producirá un incremento en los ingresos de sus trabajadores, lo que a su vez permitirá que éstos aumenten su gasto en consumo, estimulando así la producción de otras empresas. Además, la nueva tecnología quizá permita, en conjunto, que la economía, al ser más competitiva, se sitúe en una mejor posición comercial respecto de otros países.
Analicemos otras hipótesis: un conflicto militar en el Golfo Pérsico puede generar subidas espectaculares en el precio del petróleo que alterarán el ritmo de crecimiento industrial de muchos países, lo que dará lugar a subidas generalizadas en los precios; esto podrá tener consecuencias sobre su endeudamiento y provocar crisis importantes en el conjunto de la economía. Estas crisis generarán desempleo, caída del consumo por la falta de ingresos, quiebras empresariales, etc.
La macroeconomía centra su atención en estas reacciones en cadena, que acaban finalmente afectando al conjunto de la economía; es decir, se interesa por las principales cuestiones y problemas económicos que afectan a los ciudadanos. Estas cuestiones, que abordaremos en próximas unidades, se refieren a cómo mejorar la producción y el empleo del país, por qué suben los precios, qué política económica debe llevar a cabo el Gobierno, cómo mejorar las relaciones económicas con otros países, etc.
CUESTIONES PRIORITARIAS EN MACROECONOMÍA
Pero ¿qué aporta esta perspectiva más global de la economía?; ¿para qué estudiar la economía en su conjunto? Sencillamente, para comprender mejor los problemas económicos esenciales y, sobre todo, para conocer sus posibles soluciones o cuáles son las alternativas existentes para su mejora.
Cuando escuchamos que las previsiones u objetivos del Gobierno para el próximo año son las de aumentar un 3% el PIB, reducir la inflación a un 2% y disminuir el paro en dos puntos, a la mayoría de los ciudadanos nos gustaría entender algo más sobre lo que hay detrás de esas cifras y por qué se fijan esos objetivos y no otros. Como iremos viendo, la respuesta está en que se trata de los problemas que más afectan a la vida de los ciudadanos y que por ello constituyen las prioridades de los gobiernos.
De forma resumida, estos problemas o cuestiones prioritarias giran, principalmente, en torno a la producción, los precios y el empleo. En concreto:
- Crecimiento. Aumentar la cantidad de bienes y servicios que produce una economía, ya que al crecer se crea empleo, mejora el nivel de vida de la población, se recaudan más impuestos y, por tanto, el Estado tiene más posibilidades de ofrecer mejores servicios públicos.
- Empleo. El desempleo supone una pérdida de bienestar para las personas que lo padecen y una fuente de deterioro económico y productivo para la sociedad en su conjunto.
- Estabilidad de precios. Si los precios suben significativamente (inflación), se producen desequilibrios en la economía y perjuicios para las personas y los grupos sociales que sufren sus consecuencias.
Otras también muy relevantes:
- Equilibrio presupuestario. Cuando en las cuentas del Estado los gastos superan a los ingresos se produce un desequilibrio de las finanzas públicas o déficit que ha de corregirse. El endeudamiento del Estado (deuda pública) u otras medidas correctoras pueden generar, a su vez, otros problemas.
- Equilibrio exterior. Si un país compra a otros países (importaciones) más de lo que vende (exportaciones), se produce un desequilibrio, que hay que financiar endeudándose con el exterior. El pago de la deuda externa es uno de los problemas que atenazan a muchos países y que les impide salir de su situación de pobreza.
- Equidad. El libre juego del mercado tiende a provocar desigualdades económicas. Por ello, una de las preocupaciones fundamentales de la política económica debe ser la de cómo favorecer una redistribución de la renta acorde con los valores de justicia y equidad, que trate de corregir esas desigualdades y eliminar la pobreza.
- Sostenibilidad. Una preocupación creciente en nuestra sociedad es garantizar que las actividades económicas de las generaciones presentes no pongan en peligro a las generaciones futuras. La sostenibilidad puede ser entendida como equidad intergeneracional.
Los termómetros o indicadores que utiliza la economía para comprobar su estado de salud son:
- El Producto Interior Bruto (PIB), que mide la producción.
- El Índice de Precios al Consumo (IPC), que señala la evolución de los precios y, por tanto, si existe o no inflación.
- Las tasas de actividad, paro y ocupación, que indican el nivel de empleo de un país.
Hasta ahora nos hemos centrado en la forma en que las familias y las empresas se relacionan entre sí a través de diferentes tipos de mercado, y en cómo llegan a situaciones de equilibrio o desequilibrio. Esta forma de examinar los asuntos económicos se conoce como microeconomía. Pero para poder conocer cómo funciona la economía en su conjunto es preciso abordar el estudio de los problemas económicos desde una perspectiva más amplia que la del comportamiento individual de los agentes.
¿QUÉ ES LA MACROECONOMÍA?
La macroeconomía analiza los problemas económicos desde el conjunto, es decir, no se interesa tanto por analizar cómo se comporta una empresa o qué pasa en un determinado mercado si no por interpretar el funcionamiento de la economía de un país.
Estas dos perspectivas económicas, macro y microeconomía, no son más que dos maneras de examinar el mismo fenómeno. De hecho, lo que ocurre en el conjunto de la economía no es sino la suma de los millones de decisiones individuales de las familias y empresas que la forman; así, el crecimiento global de un país depende de las múltiples decisiones de inversión e investigación de los agentes económicos; la tasa de paro es, en parte, el resultado de las decisiones de contratar trabajadores por parte de cada una de las empresas, etc.
En la realidad, las cuestiones analizadas en las unidades anteriores afectan a la totalidad de la economía. Por ejemplo, cuando las empresas de un sector incorporan una tecnología más eficiente, podrán mejorar su producción. Este aumento de la productividad hará que mejoren sus beneficios, lo que posiblemente les permitirá aumentar su nivel de empleo y mejorar sus salarios; ello producirá un incremento en los ingresos de sus trabajadores, lo que a su vez permitirá que éstos aumenten su gasto en consumo, estimulando así la producción de otras empresas. Además, la nueva tecnología quizá permita, en conjunto, que la economía, al ser más competitiva, se sitúe en una mejor posición comercial respecto de otros países.
Analicemos otras hipótesis: un conflicto militar en el Golfo Pérsico puede generar subidas espectaculares en el precio del petróleo que alterarán el ritmo de crecimiento industrial de muchos países, lo que dará lugar a subidas generalizadas en los precios; esto podrá tener consecuencias sobre su endeudamiento y provocar crisis importantes en el conjunto de la economía. Estas crisis generarán desempleo, caída del consumo por la falta de ingresos, quiebras empresariales, etc.
La macroeconomía centra su atención en estas reacciones en cadena, que acaban finalmente afectando al conjunto de la economía; es decir, se interesa por las principales cuestiones y problemas económicos que afectan a los ciudadanos. Estas cuestiones, que abordaremos en próximas unidades, se refieren a cómo mejorar la producción y el empleo del país, por qué suben los precios, qué política económica debe llevar a cabo el Gobierno, cómo mejorar las relaciones económicas con otros países, etc.
CUESTIONES PRIORITARIAS EN MACROECONOMÍA
Pero ¿qué aporta esta perspectiva más global de la economía?; ¿para qué estudiar la economía en su conjunto? Sencillamente, para comprender mejor los problemas económicos esenciales y, sobre todo, para conocer sus posibles soluciones o cuáles son las alternativas existentes para su mejora.
Cuando escuchamos que las previsiones u objetivos del Gobierno para el próximo año son las de aumentar un 3% el PIB, reducir la inflación a un 2% y disminuir el paro en dos puntos, a la mayoría de los ciudadanos nos gustaría entender algo más sobre lo que hay detrás de esas cifras y por qué se fijan esos objetivos y no otros. Como iremos viendo, la respuesta está en que se trata de los problemas que más afectan a la vida de los ciudadanos y que por ello constituyen las prioridades de los gobiernos.
De forma resumida, estos problemas o cuestiones prioritarias giran, principalmente, en torno a la producción, los precios y el empleo. En concreto:
- Crecimiento. Aumentar la cantidad de bienes y servicios que produce una economía, ya que al crecer se crea empleo, mejora el nivel de vida de la población, se recaudan más impuestos y, por tanto, el Estado tiene más posibilidades de ofrecer mejores servicios públicos.
- Empleo. El desempleo supone una pérdida de bienestar para las personas que lo padecen y una fuente de deterioro económico y productivo para la sociedad en su conjunto.
- Estabilidad de precios. Si los precios suben significativamente (inflación), se producen desequilibrios en la economía y perjuicios para las personas y los grupos sociales que sufren sus consecuencias.
Otras también muy relevantes:
- Equilibrio presupuestario. Cuando en las cuentas del Estado los gastos superan a los ingresos se produce un desequilibrio de las finanzas públicas o déficit que ha de corregirse. El endeudamiento del Estado (deuda pública) u otras medidas correctoras pueden generar, a su vez, otros problemas.
- Equilibrio exterior. Si un país compra a otros países (importaciones) más de lo que vende (exportaciones), se produce un desequilibrio, que hay que financiar endeudándose con el exterior. El pago de la deuda externa es uno de los problemas que atenazan a muchos países y que les impide salir de su situación de pobreza.
- Equidad. El libre juego del mercado tiende a provocar desigualdades económicas. Por ello, una de las preocupaciones fundamentales de la política económica debe ser la de cómo favorecer una redistribución de la renta acorde con los valores de justicia y equidad, que trate de corregir esas desigualdades y eliminar la pobreza.
- Sostenibilidad. Una preocupación creciente en nuestra sociedad es garantizar que las actividades económicas de las generaciones presentes no pongan en peligro a las generaciones futuras. La sostenibilidad puede ser entendida como equidad intergeneracional.
Los termómetros o indicadores que utiliza la economía para comprobar su estado de salud son:
- El Producto Interior Bruto (PIB), que mide la producción.
- El Índice de Precios al Consumo (IPC), que señala la evolución de los precios y, por tanto, si existe o no inflación.
- Las tasas de actividad, paro y ocupación, que indican el nivel de empleo de un país.
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