Invertir no es lo mismo que ahorrar. Cuando ahorro mi dinero, lo estoy guardando para posibles emergencias o para hacer un gran gasto en el futuro.
Una inversión es el uso que se da al dinero ahorrado, con ánimo de conseguir a cambio más dinero en el futuro. Es decir, cuando invierto renuncio a tener ese dinero en el presente con la esperanza de tener más en el futuro. La diferencia principal con el ahorro es por tanto que invertir me permite conseguir más dinero, pero también hay un riesgo de perder parte de lo invertido.
En la siguiente tabla resumimos la diferencia entre ahorro e inversión:
En este apartado veremos los productos donde puedo dejar mis ahorros, y en el siguiente donde puedo invertir mi dinero.
PRODUCTOS BANCARIOS DE AHORRO
Si lo que quiero es tener mi dinero seguro y disponible para cualquier emergencia, una opción es dejar mi dinero en el banco. Para ello tengo tres tipos de depósitos.
1. El depósito a la vista. Es la cuenta corriente de toda la vida donde dejamos nuestro dinero. La ventaja es que nos permite tener el dinero disponible cuando lo deseemos. Podemos también hacer pagos a través de estas cuentas mediante tarjetas y cheques. Sin embargo no vamos a obtener casi nada de rentabilidad por tenerlo allí. No es interesante por tanto tener mucho dinero en estas cuentas, sólo lo necesario para imprevistos y emergencias.
2. Depósito de ahorro. Es muy parecido a una cuenta corriente aunque puede haber alguna dificultad mayor para hacer pagos con esta cuenta. Por ejemplo, muchos bancos no permiten pagar recibos como los de agua, luz o móvil. A cambio de ello el banco nos ofrece una rentabilidad algo superior (por ejemplo nos pueden dar un 1% de interés todos los años. De esta manera si tengo en la cuenta 5.000 euros, nos darán 50 euros de intereses todos los años. Ese 1% que ganamos es lo que llamamos rentabilidad. Como ves, tampoco es mucho, al igual que en los depósitos a la vista tampoco es interesante tener grandes cantidades.
3. El depósito a plazo fijo o imposición a plazo fijo (IPF) es un contrato mediante el cual aportas un dinero, a cambio de que el banco, en un plazo determinado, te lo devuelva junto unos intereses conocidos desde el inicio. Sin duda alguna, se trata del producto de ahorro más sencillo, seguro y conocido por el cliente.
La ventaja de este producto es que me da la seguridad de que no voy a perder mi dinero y que me va a dar una rentabilidad fija que ya conozco mayores a la de los otros depósitos.
El inconveniente es que no podemos disponer del dinero en ese tiempo. Si quiero el dinero antes de tiempo, tendré que pagar una penalización.
Como ves en los 3 depósitos, normalmente se cumple la siguiente fórmula: A menos disponibilidad de mi dinero, más rentabilidad puedo ganar.
¿Y es seguro?
Totalmente, en España tenemos 100% asegurados hasta 100.000 euros en depósitos por persona en cada banco. Es decir, no podemos perder ese dinero con este tipo de ahorro.
Sin embargo si estoy dispuesto a aceptar un poco más de riesgo y a cambio poder ganar más rentabilidad, entonces puedo invertir mi dinero. Ese es nuestro siguiente apartado.