jueves, 6 de diciembre de 2018

LA PRODUCTIVIDAD

La empresa como agente económico que persigue el logro del máximo beneficio posible, tiene que desarrollar su actividad según el principio de eficiencia: conseguir un determinado nivel de producción con el mínimo consumo de factores productivos, o alternativamente, dada una cantidad de recursos productivos explotarlos de manera que logre la máxima cantidad de producto. El principio de eficiencia se resume en algo tan intuitivo como "no despilfarrar recursos", sino aprovecharlos de forma óptima, siempre con la restricción tecnológica de cada momento histórico.

 En el caso de la empresa, la eficiencia se mide a través de la productividad o cantidad de bienes/servicios que se obtienen en un tiempo determinado. La productividad puede adoptar dos formas:


La productividad técnica relaciona el output con los inputs en términos físicos (unidades de producto o factores): una empresa es técnicamente productiva o eficiente si consigue la máxima producción en un tiempo determinado a partir de un número concreto de factores, dado un estado de la tecnología. Alternativamente puede decirse que la empresa es eficiente si es capaz de producir una determinada cantidad de producto, con el mínimo consumo de factores.

La productividad económica es una relación entre cantidad de producción y de factores, pero ahora medidos en términos monetarios, en euros o dólares: una empresa es económicamente productiva, dada una tecnología, si alcanza el máximo valor monetario de la producción con unos costes determinados en un periodo de tiempo. Dicho de otra manera, la empresa es económicamente eficiente si consigue llegar a un determinado valor de la producción con los mínimos costes posibles.


En función de si en el cálculo de la productividad se tienen en cuenta en todos los factores productivos o sólo uno, se distinguen dos tipos de productividad:

Productividad total
: cociente entre la producción total y el total de factores  (u.m. = unidades moneta
rias)

Productividad parcial o media: cociente entre la producción total y un factor concreto (u.f. = unidades físicas o u.m. = unidades monetarias)
La productividad, en cualquier caso, es una medida relativa, al igual que la eficiencia: una empresa es productiva en relación a otra u otras. 
 En la práctica, el cálculo de la productividad técnica total (unidades físicas) no puede realizarse, debido a la hetereogeneidad física de los recursos productivos: no pueden sumarse máquinas y materias primas, por ejemplo, de la misma forma que no pueden sumarse peras y manzanas. Por esta razón, cuando se calcula la productividad total se hace en términos monetarios, ya que al multiplicar tanto los productos como los factores por sus precios, se consigue homogeneizar todos ellos en unidades monetarias y, por tanto, pueden compararse. 
En cuanto a la productividad parcial, está muy extendido su cálculo en relación al factor trabajo, con el fin de hacer comparaciones entre empresas del mismo sector. También es usual el cálculo de la productividad del trabajo de un país o región, comparando su producción total con el número de trabajadores en activo o con el total de sueldos pagados.
 




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