El mercado de trabajo real no es un mercado perfecto, entre otras cuestiones porque el producto que se intercambia, el trabajo, no es homogéneo, sino muy diferente en sus requisitos, contenidos y condiciones. No se puede hablar, por tanto, de un mercado de trabajo único, sino de muchos mercados de trabajo, uno por cada profesión o especialización; y aún dentro de cada una de estas categorías, también existen diferencias significativas determinadas por la edad, la experiencia, la formación, etc.
Y si el trabajo es desigual, también lo es su remuneración, el salario. En las sociedades capitalistas las disparidades salariales entre unos y otros trabajos pueden ser enormes: desde el mercado de futbolistas o de directivos de grandes empresas, donde los salarios son altísimos, hasta el de los albañiles, con salarios mucho más bajos, pasando por las distintas profesiones y ámbitos (médicos en la sanidad pública o privada, ingenieros, fontaneros, etc.).
En relación al salario, el precio que cobra el trabajador a cambio de su trabajo, hay que distinguir entre el valor bruto y el valor neto, que es la cantidad que finalmente ingresa. Las cifras que publican las agencias estadísticas sobre salarios, generalmente se refieren a su valor bruto, y a esta cantidad hay que deducirle dos conceptos: la cuota de la seguridad social (un 6,5% aproximadamente) y la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que es un porcentaje progresivo a medida que aumenta el salario.
Salario Bruto - Cuota seguridad social - Retención IRPF = SALARIO NETO
A modo de ejemplo, si el salario medio bruto es 1.850€, el salario neto correspondiente estaría alrededor de los 1500€ mensuales.
En la siguiente gráfica figuran los salarios medios brutos mensuales para las Comunidades Autónomas de España en el año 2014. La media estatal ascendió a 1.634 €/mes y cuatro comunidades superaban esta media: País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña. El resto de comunidades se situaban por debajo del valor medio, siendo Extremadura, con 1.353 € mensuales, la de menor salario medio.
En este otro gráfico aparecen los salarios medios brutos mensuales de los países de la Unión Europea en el año 2014. En él se puede observar que España, y todas sus comunidades autónomas, se sitúa por debajo de la media europea, que asciende a 2.062€ al mes. Y al igual que ocurre a nivel de España y sus comunidades autónomas, en la Unión Europea las disparidades salariales entre países son enormes: Dinamarca con 3.706 €, el primero en el ranking, tiene un salario medio diez veces superior al del país que se sitúa en la cola, Bulgaria con 376 €.
Otra diferencia salarial importante es la que se da en función del género, a la que se suele denominar brecha salarial.
La brecha en las pensiones de hombres y mujeres en Galicia rebasa aún el 30 %
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El vídeo siguiente describe la evolución de la desigualdad salarial en España antes y después de la crisis económica, poniendo de manifiesto, además, que se trata de la mayor de la Unión Europea.
La productividad del trabajo depende fundamentalmente del nivel de cualificación de los trabajadores (formación y experiencia) y de la tecnología utilizada (bienes de capital y organización productiva).
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