lunes, 22 de febrero de 2021

TEMA 4.7.2 ¿QUÉ ES EL FRAUDE FISCAL?

Los impuestos y las cotizaciones son muy importantes para la sociedad, ya que con ellos pagamos la sanidad y educación (gratuita para todos), se construyen carreteras, parques o aeropuertos, además de pagar pensiones, las ayudas a los parados y las becas de estudios.

EL FRAUDE FISCAL ocurre cuando no pagamos los impuestos que deberíamos.

En España se estima que se dejan de pagar impuestos por valor de 26.000 millones de euros. Este fraude fiscal plantea unos problemas.

Primero, si nadie pagara impuestos, el Estado no podría ayudar a gente con pocos recursos u ofrecer servicios que disfrutamos todos. Cuando la gente no paga impuestos está robando dinero al Estado y por tanto te está robando a ti. Lo voy a repetir para que quede claro, cuando alguien no paga impuestos te está robando dinero. Podemos gastar menos en sanidad y hay que esperar más para ir al médico, los materiales de los institutos son menos, las pensiones de tus abuelos son más pequeñas, las ayudas a los parados menores, y esa beca de estudios que necesitamos no se la pueden dar a todo el mundo.

Segundo, no pagar impuestos por los trabajadores es muy grave ya que les deja desprotegidos. Ya hemos visto que si la empresa no hace contratos a un trabajador se evita pagar las cotizaciones de la empresa (30% del salario) las cotizaciones del trabajador (6,5%) y además el IRPF. Cuando esto ocurre las empresas se quedan con esos impuestos. En el caso de un salario de 2.000 euros, la empresa se quedaba hasta 1030 euros que son de todos. Intolerable.

Esto es un auténtico desastre para el trabajador. Al no tener un contrato no tiene derecho a las ayudas del paro si se queda sin trabajo, su pensión será mucho menor, y si tiene un accidente en el trabajo no tendrá ningún seguro porque, en teoría, no está trabajando.



¿CON IVA O SIN IVA?

Otra práctica habitual de muchas empresas, es ofrecer no emitir una factura a los consumidores, y de esa manera no pagan el IVA. Es una práctica que a veces ocurre en algunos servicios. Nos preguntan cosas tales como “son 100 euros sin IVA y 121 con IVA ¿Cómo lo quieres? Y claro, todo el mundo prefiere pagar 100 a 121. Si al final pagas 100 euros, el Estado se queda con 21 euros menos para pagar todo lo que hemos dicho antes. Además, como esa empresa no emite factura, no estará ganando oficialmente ese dinero y por tanto no pagará por tener beneficios (impuesto de sociedades o IRPF si es autónomo).

La excusa habitual que usamos para no pagar esos 21 euros son “todo el mundo roba” “los políticos roban millones” “a mí me hacen falta más estos 21 euros”. Y claro, esto es como el reciclaje. Que yo recicle mis papeles y mis envases y vidrios no va a salvar el planeta, pero si todos los hacemos haremos un mundo mucho mejor. PAGA LOS IMPUESTOS.

Castiga a aquellas empresas que sabes que no pagan impuestos, no les compres. No utilices la excusa “como nadie paga impuestos yo tampoco”.

Artículo de la Voz de Galicia 

Ence

sábado, 20 de febrero de 2021

TEMA 4.7.1.1 EL IVA

El IVA es el impuesto indirecto por excelencia y grava el consumo que realizan todos los ciudadanos, independientemente de su renta. Actualmente existen tres tipos de IVA: general, reducido y superreducido. Aquí os explicamos qué artículos gravan cada uno de ellos y por qué.
El IVA es un impuesto indirecto que grava el consumo de cualquier producto o servicio. Es decir, no se aplica directamente sobre la renta del contribuyente, sino sobre cualquier bien de consumo a través de sus fases de fabricación y distribución. Las diferentes empresas que participan en este proceso van sumando el IVA por sus servicios y este repercute finalmente en el consumidor.
Pero como no todos los productos tienen la misma consideración, la ley de IVA distingue entre tres tipos de IVA (Ley 37/1992, de 28 de diciembre, actualizada a 1 de enero de 2009). En términos generales cuanto más básica es la necesidad de un producto, menor es el IVA que se le aplica. Los tipos de IVA vigentes tras la reforma fiscal de 2010 hace ya un lustro  y la última subida de IVA son los siguientes:
IVA general (21%).
Es el porcentaje que se aplica por defecto a todos los productos y servicios. Electrodomésticos, ropa, calzado, tabaco, bricolaje, servicios de fontanería… La mayoría de artículos están sujetos a este tipo y más tras los últimos cambios, que llevaron hasta este tipo los servicios de peluquería, gimnasios y hostelería y otros similares. Se incluyen productos sanitarios, bienes intermedios, equipos médicos e instrumental sanitario.
IVA reducido (10%).
La lista de productos y servicios que tributan a un tipo reducido es muy larga e incluye los alimentos en general (excepto los que soportan un IVA superreducido); transporte de viajeros, los árboles y arbustos frutales, las plantas hortícolas y las plantas aromáticas utilizadas como condimento.
IVA superreducido (4%).
Se aplica a los productos de primerísima necesidad y reciben esta consideración el pan, leche, huevos, frutas, verduras, hortalizas, cereales y quesos. Además, también se benefician de este IVA libros, periódicos y revistas no publicitarios; medicamentos de uso humano; sillas de ruedas para minusválidos y prótesis y Viviendas de Protección Oficial o VPO.
Y de forma algo más gráfica, la siguiente infografía resume qué productos y servicios forman parte de cada grupo.

El IVA se va sumando a lo largo de toda la cadena de fabricación, de forma que las empresas incluyen el IVA correspondiente en su factura y repercuten al Estado el IVA que han tenido que pagar para poder hacer su trabajo. Esto se debe a que el IVA recae sobre el consumidor y no sobre quienes participan en la cadena de producción del bien o servicio. En este sentido, las empresas estaría ejerciendo de recaudadoras del impuesto para el Estado.

Cuando se habla del IVA como de un impuesto regresivo no se hace por recaer sobre los ciudadanos, sino porque no tiene en cuenta su renta ni sus circunstancias personales y se aplica a todos por igual. Así, quien menos tienen sufrirá más presión fiscal por efecto del IVA que quienes más tienen. Esto es algo que no ocurre por ejemplo con el IRPF, donde cada contrinuyente tributa en función de sus ganancias.

El IVA para autónomos

Por otra parte las empresas y trabajadores autónomos también distinguen a efectos contables y fiscales ente el IVA soportado y el IVA repercutido. El primero se refiere al IVA que toda empresa debe incluir en su factura y que es el 18% que añade al coste de un producto y que debe hacer frente la otra empresa. El segundo es el IVA que la empresa paga al comprar un bien o servicio. En este sentido el IVA soportado sería un ingreso y el IVA repercutido un gasto.
La diferencia entre el IVA soportado menos el repercutido marcará la declaración de IVA trimestral que todos los autónomos deben presentar.
Y es que a efectos prácticos los y las empresas son quienes recaudan este impuesto para Hacienda y se lo entregan cada tres meses en la mayoría de los casos.
A la hora de calcular el IVA repercutido deberán sumar todas las facturas emitidas por sus servicios, mientras que para calcular el IVA soportado, sumarán las que hayan pagado por productos y servicios necesarios para sostener su actividad. Sólo este IVA tendrá la consideración de deducible. Si el pago no está afecto a la actividad no se podrá restar al IVA que se ha pago a la hora de hacer el cálculo trimestral.





viernes, 19 de febrero de 2021

TEMA 4. 7.1 LAS OBLIGACIONES FISCALES DE LAS EMPRESAS

Como alumno, cuando oyes la palabra fiscal es muy probable que pienses en juicios y en abogados. En economía, sin embargo, siempre que hablamos de fiscalidad nos estamos refiriendo a los impuestos.

Cuando mi amigo Jimmy fundó su empresa, una de las cosas que más le sorprendió es la cantidad de trámites e impuestos que tenía que pagar. No era consciente de que toda empresa tiene una serie de obligaciones fiscales. ¿Y qué es eso?


LAS OBLIGACIONES FISCALES DE LAS EMPRESAS son todos los pagos de impuestos y cotizaciones que las empresas tienen que hacer.

Para poder pagar la sanidad, la educación o las carreteras o para dar ayudas como las becas o el paro, el Estado necesita recaudar dinero.

Hablaremos más detenidamente de todos ellos en el tema siguiente, pero aquí vamos a ver un pequeño resumen de lo que les afecta a las empresas. Podemos clasificar estas obligaciones fiscales en dos: Las propias de la empresa que ella debe pagar, y las que son obligación de otros, pero que la empresa hace de intermediario.

1. Obligaciones fiscales propias de las empresas.

Son obligaciones de pago que tiene toda empresa. Destacamos dos:

 a) Impuesto de sociedadesEs un impuesto que todas las empresas tienen que pagar cuando tienen beneficios. Se paga un 25% de manera general, aunque se baja a 15% para nuevos emprendedores. Es decir, si el beneficio en un año es de 10.000 euros pagamos 2.500 euros al Estado (1.500 si somos nuevos emprendedores)

b) Las cotizaciones de la empresa por los trabajadores. La empresa tiene que pagar al Estado alrededor de un 30% del salario de cada trabajador. Es decir, si un trabajador gana 2.000 euros, la empresa debe paga 600 al Estado.

Este es uno de los motivos por los que las empresas no hacen contratos a algunos de sus trabajadores. Para así no pagar este 30% de cotizaciones.  Eso está prohibido, y se llama fraude fiscal. Al final del apartado veremos que es algo muy negativo.

En realidad, hay más impuestos, como el IBI o el IAE (impuesto de actividades económicas), pero estos son los 2 principales que debes saber por el momento.

2. Obligaciones fiscales como intermediario

Son obligaciones que tienen que pagar los trabajadores o los consumidores al Estado, pero que la empresa hace de intermediario en el pago.

a) El Impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF). Todas las personas que trabajamos tenemos que pagar este impuesto (los autónomos también lo hacen como dijimos, y para ellos sería una obligación propia). Por tanto, los trabajadores vamos a pagar un porcentaje de nuestro salario al Estado. Lo que ocurre, es que la empresa hace de intermediario. Nos quita ese porcentaje (que nunca llega a entrar en nuestra cuenta corriente) y luego la propia empresa se lo da al Estado. Por tanto, si la empresa nos dice que nos va a pagar 2.000 euros al mes (sería nuestro salario bruto) tenemos que quitarle el %porcentaje de IRPF. Imagina que es un 15% (300 euros), en ese caso, la empresa solo nos ingresaría 1.700 euros (salario neto)

b) Las cotizaciones sociales de los propios trabajadoresAl igual que la empresa, los trabajadores también tienen que pagar cotizaciones sociales. En su caso son alrededor del 6,5% de su salario. Al igual que en el IRPF la empresa hace de intermediario. Nos quita ese % (que nunca llega a entrar en nuestra cuenta corriente) y luego la propia empresa se lo da al Estado. Por tanto, en el caso de que la empresa nos dijera que nuestro salario es de 2.000 euros, nos quitaría este 6,5% (130 euros) más el 15% de IRPF que dijimos (300 euros). Mientras que el salario bruto que nos ofreció la empresa era de 2.000 euros, el salario neto (lo que entra mi cuenta corriente) es de 1.570 euros.

De nuevo, si la empresa no hace contrato puede pagar sólo los 1570 euros al trabajador y quedarse los 130 euros de cotizaciones del trabajador, más los 300 de IRPF. Si añadimos que antes se ahorró el 30% de las cotizaciones de la empresa (600 euros si el salario son 2000), la empresa se queda con 1030 euros de impuestos que deberían ser para el Estado. Un fraude fiscal en toda regla.

c) El IVACada vez que compramos un producto tenemos que pagar un impuesto del 21% del valor de dicho producto (hay algunos productos básicos que tienen tipos reducidos). De esta manera, si estoy comprando un móvil que la empresa valora en 200 euros, tendré que pagar un 21% más en concepto de IVA (42 euros). El precio final del móvil que pagaré a la empresa es de 242 euros. La empresa se quedará los 200 euros en los que valoró el móvil y le dará los otros 42 al Estado.
Por eso tienes que fijarte muy bien cuando vas a comprar algo que en el precio viene “IVA ya incluido”, de lo contrario, cuando vayas a la caja a pagar, tendrás la sorpresa de que pagarás un 21% más de lo que pensabas.

jueves, 18 de febrero de 2021

TEMA 4 _ A_ ACTIVIDADES

1.- Clasifica la frutería de tu barrio dentro de todos los criterios vistos.
a) Su tamaño
b)  Sector 
c) Según el capital de su propiedad
d) Según el ámbito de actuación
e) Según su forma jurídica

2.- Elige qué forma jurídica podría ser más apropiada en cada caso
a) Pablo quiere montar una empresa para vender online. No tiene muchos recursos y al principio ganará poco dinero.

b) Pilar e Isa quieren empezar una academia, quieren empezar aportando poco dinero, pero aun así creen que van a tener bastantes beneficios

3.- Indica a qué tipo de financiación han recurrido en cada caso Juan y Ana.

a) Le piden el dinero a un banco.

b) Lo cogen de los ahorros de la empresa.

c) Lo piden prestado a familias y empresas.

d) Le pide a otra empresa que compre la máquina y se la alquile.


4.- Calcula el beneficio de la empresa de Juan y Ana con los datos que tenemos.
Si aplicamos la fórmula del beneficio veremos cómo la empresa tiene un ingreso total por las ventas de 9000 euros y sus costes de producción son 5100 (600 de fijos y 4500 de variables)

TEMA 4. 6. INGRESOS, COSTES Y BENEFICIOS

EL BENEFICIO se obtiene como la diferencia entre los ingresos y los costes totales. Es el dinero que la empresa va a ganar una vez que vende todos sus productos y descuenta lo que le ha costado producir.

BENEFICIO = INGRESO TOTAL – COSTE TOTAL

Oye Javi, y ¿qué es eso del ingreso y coste total? No te preocupes que te lo explico. Vamos a ver qué es y cómo podemos calcular el ingreso y el coste total.

1. El ingreso total. El ingreso total es todo el dinero que obtiene la empresa por la venta de productos. Se obtiene de multiplicar la cantidad vendida (Q) por su precio (P). Así, si Juan y Ana venden 300 armarios a 30 euros cada uno, su ingreso total son 9.000 euros (300x30).

INGRESO TOTAL = PRECIO DE VENTA X CANTIDAD VENDIDA

2. Coste total (CT). Los costes de producción de una empresa son aquello que tenemos que pagar para poder producir (materias primas, trabajadores, máquinas etc.) Diferenciamos varios tipos:

a) Costes fijos (CF). Son costes que no dependen del volumen de producción, se tienen, aunque la empresa no produzca nada. Aplicado al ejemplo de los armarios, Juan y Ana pagan de alquiler del local 500 €. Además, la cuota fija de los suministros: luz, teléfono, gas, etc es de otros 100 €. Aunque un mes se vayan de vacaciones y no produzcan nada, sus costes fijos son 600 €.

b) Costes variables (CV). Son costes que dependen del volumen de producción de la empresa, es decir, estos costes no aparecen si no existe producción. Por ejemplo: materias primas, trabajadores etc. La madera para hacer cada armario cuesta 5 euros y el carpintero cobra 10 euros por cada armario que hace. Como la empresa produce 300 armarios debe pagar 1500 euros por la madera (5x300) y paga al carpintero 3000 euros (10x300). Los costes variables serán por tanto 4500. Si no se producen esos 300 armarios, no tendremos estos costes,

COSTE TOTAL = COSTE FIJO + COSTE VARIABLE


Si el ingreso es mayor al coste, la empresa obtiene por las ventas más dinero que lo que les ha costado producirlos y diremos que hay beneficios.

Si los costes de producir son mayores que los ingresos obtenidos por la venta de esos productos diremos que hay pérdidas o beneficios negativos

UN SENCILLO EJEMPLO

La empresa CUPS to GO que se dedica a la elaboración de fruta utiliza los siguientes factores de producción para producir 300 vasos de fruta cortada.

Cuchillos: 20 euros
Recipientes: 15 euros.
Fruta: 50 céntimos por vaso.
Tablas: 20 euros.
Carteles de publicidad: 5 euros.
Otros costes: 10 euros

Además el precio de de venta es de 1 euro por vaso.

Para resolver el ejercicio partimos de la fórmula inicial del beneficio. Y seguiremos una serie de pasos.

BENEFICIO= INGRESO TOTAL – COSTE TOTAL

PASO 1: El primer paso  es calcular los ingresos totales, que como sabemos resulta de multiplicar el precio por la cantidad vendida

Ingreso total= Precio x Cantidad vendida= 1 x 300= 300 euros

PASO 2: Una vez sabido los ingresos pasamos los costes. Para ello es necesario separar los costes fijos de los variables. Recuerda que los costes fijos son independientes de cuánta fruta produzcamos.

CF= estantes (10) + cuchillos (20) + recipientes (15) + tablas (10) + carteles (5) + otros (10)= 70 €

Los costes variables serán los costes que aumentan cuando producimos más. En este ejemplo, en que los alumnos eran los que hacían la producción sin un salario, los únicos costes variables eran los de la materia prima (la fruta) que costaba 50 céntimos por vaso. Por tanto multiplicaremos el coste de cada unidad (50c) por la cantidad de vasos (Q).

CV= Coste unitario x Q= 0,50 € x 300= 150€

La suma del coste fijo y el coste variable será el coste total.

CT= CF+CV= 70+150= 220 €

PASO 4: Ahora, una vez conocidos el ingreso y el coste total, podemos calcular el beneficio como la diferencia entre ambos.

Beneficio = IT-CT= 300 € - 220 €= 80 €


Es decir, en esta empresa entran 300 euros por vender fruta (ingreso total), pero la empresa debe pagar 220 euros a los factores productivos necesarios para producir (coste total). Lo que le queda a la empresa, el beneficio, será de 80 euros.

¿A qué está chupado? Si es que esto de la economía esta guay.

martes, 16 de febrero de 2021

TEMA 4. 5.3. LA FINANCIACIÓN NA CORTO PLAZO

Financiación ajena a corto plazo





Imagina que Juan y Ana no necesitan medio millón para una máquina, sino que les falta 
un poco de dinero para pagar las nóminas de este mes y comprar madera para seguir
 produciendo. Juan y Ana saben que dentro de un mes van a vender muchos de sus 
productos y por tanto tendrán mucho dinero disponible, sin embargo, no lo tienen 
hoy para realizar sus pagos del día a día. En este caso no tiene sentido pedir 
préstamos a devolver a más de un año, sino a devolver en unos pocos días o meses.

Como norma general pedir a más de un año es más caro que pedir a corto 
plazo. 
Si le pido a un banco dinero a devolver a 3 años, los intereses serán más altos 
que a 2 meses. En ocasiones, la empresa necesita dinero y puede devolverlo
en poco tiempo. En ese caso, es mejor pedir a corto plazo porque los intereses
van a ser menores.

LA FINANCIACIÓN AJENA A CORTO PLAZO, son aquellos fondos que la 
empresa pide prestados durante un periodo inferior a un año Distinguimos
cinco.

 1. Préstamos a corto plazo. Lo primero que pueden hacer Juan y Ana si necesitan 
dinero a corto plazo es ir al banco. Los préstamos a corto plazo deben ser devueltos 
en menos de un año junto al pago de unos intereses, que cómo hemos dicho, 
suelen ser menores al largo plazo. El coste son estos intereses.

2. Créditos bancarios a corto plazo.  Se usa cuando una empresa necesita fondos, 
pero no sabe la cantidad exacta. Juan y Ana saben que van a necesitar como 
mucho 30.000 euros para realizar unos pagos durante estos dos meses, pero podría 
ser algo menos. El banco le pondrá a Juan y Ana una cuenta corriente a su disposición
 con un límite de 30.000 euros. Cuando Juan y Ana tengan que hacer los pagos 
podrán ir sacando dinero de esta cuenta corriente. El coste es que la empresa 
paga intereses por la cantidad usada y por el resto una comisión.  








3. El crédito comercial. Imagina que Juan y Ana compran madera todos los meses
 por 10.000 euros y que con ello elaboran armarios. En la mayoría de negocios 
cuando una empresa compra a sus proveedores, no les paga directamente. Lo normal 
es que se aplace el pago unas semanas para dar la oportunidad a la empresa a recuperar
su inversión. Es decir que Juan y Ana compran la madera por 10.000 euros,  y con ella
hacen armarios que venden por 25.000 euros. En ese momento, Ana y Juan han
conseguido el dinero que les permite pagar la madera a los proveedores.  
El tiempo que tardamos en pagar a estos proveedores hemos conseguido unos
 fondos de manera gratuita (al posponer el pago hasta que vendemos el armario).
 El plazo que suelen dar los proveedores suele ser de 45, 60 o 90 días. Por tanto,
 no hay coste.

4. El descuento de efectos. Un efecto comercial (parecido a un pagaré), es un 
documento que establece que una determinada persona se compromete a
 pagar una cantidad de dinero en una fecha determinada (te PAGARÉ en 
esta fecha). Imagina que Juan y Ana venden productos por valor de 30.000 euros,
 y su cliente le da un efecto comercial (como un cheque), que le compromete 
a pagar en 2 meses. Justo dentro de 2 meses, Juan y Ana irán al banco y cobrarán
 ese dinero. Pero, y si necesitan el dinero antes ¿no pueden cobrarlo? Pues el banco
 nos da la opción de adelantarnos los fondos a cambios de unos intereses. Si luego
 el cliente no paga, el banco nos exigirá el dinero a nosotros. Esos intereses 
será nuestro coste.

2. El banco adelanta los 30.000 € pero me cobra intereses
 
5. Factoring. Imagina que Juan y Ana tienen muchos clientes que le han comprado 
armarios pero que les van a pagar dentro de unos meses. Resulta que un cliente 
les pagará 60.000 euros en 6 meses, otro les pagará 50.000 euros en 1 año, y otro
30.000 en 3 meses. Ahora Juan y Ana necesitan 100.000 euros y no tienen esa
cantidad. Sin embargo, vemos que tienen 3 clientes que le deben 140.000 euros en
total.

El factoring consiste en vender los derechos de cobro de la empresa a otra 
denominada “factor”. Esta empresa nos paga un importe menor al total de 
la deuda en concepto de intereses y de posible riesgo de impago. La empresa 
de factoring puede ofrecer pagarnos 120.000 € y nos compra el derecho de cobro 
de 140.000 €.  La ventaja es que en caso de que algún cliente no pague, será la 
empresa de factoring quien pierda dinero.El coste es que como la empresa
factor corre un riesgo, me va a cobrar bastantes intereses.


domingo, 14 de febrero de 2021

TEMA 4.5.2 LA FINANCIACIÓN A LARGO PLAZO

Financiación ajena a largo plazo




Si Juan y Ana no pueden aportar ellos mismos el medio millón de euros
(capital) y la empresa tampoco hubiera ahorrado ese dinero (reservas),
entonces hay que recurrir a pedir prestado.

LA FINANCIACIÓN AJENA A LARGO PLAZO, son aquellos fondos que 
la empresa pide prestados durante un periodo superior a un año. 
Al acabar ese periodo la empresa debe devolverlos con unos intereses.
 Destacamos 3 principalmente, aunque hay más.

1. Préstamos a largo plazo. Son fondos obtenidos de préstamos. La empresa
debe pagar unos intereses en las condiciones pactadas y devolver el préstamo
en u n periodo superior a 1 año. Es decir, Juan y Ana podrían ir a Unicaja 
o e l Banco Liberbank y pedir prestados el medio millón de euros a devolver a
10 años por ejemplo. Lógicamente, tendrían que devolver el medio millón
 más unos intereses que acuerde con el banco.



 2. Empréstitos. Cuando las empresas necesitan mucho dinero y no pueden
 obtenerlo de los bancos tienen la opción de pedírselo a particulares y empresas.
 Para ello Juan y Ana pueden crear un empréstito, es decir dividen su deuda 
(el medio millón de euros) en muchas participaciones idénticas llamadas
bonos y obligaciones y otras personas serán quien le preste el dinero. La empresa
devolverá el dinero a las personas y empresas en el plazo pactado e irá pagando
una serie de intereses a quien haya querido prestarles dinero.



3. El leasing o arrendamiento financiero. Cuando la empresa necesita una
 máquina como es el caso de Juan y Ana y no tiene dinero para comprarlo, 
puede acudir una entidad de Leasing. La empresa de leasing compra
la máquina al fabricante y se la cede a la empresa que debe ir pagando
una cuota en concepto de alquiler. Al acabar el contrato, la empresa puede 
devolver el bien o comprarlo por una pequeña cantidad. La ventaja es que
Juan y Ana tendrán la máquina que necesitan sin necesidad de tener 
el dinero en el momento. El inconveniente es que el coste de la operación
 suele ser muy elevado (se acaba pagando mucho más por la máquina).

EL COSTE: el problema de la financiación ajena (pedir prestado) es que tiene
un coste, ya que siempre habrá que devolver intereses y acabaremos pagando
más de lo que nos prestaron.