Reconocer los coste irrecuperables de nuestras opciones nos ayuda a evitar errores en nuestras decisiones
1.- Mi
amigo “El Glori” y yo nos disponíamos a ir a un concierto en una calurosa noche
de verano. No estábamos especialmente ilusionados, el calor era horrible (no
vayas a Albacete en agosto), pero Glori tenía ya su entrada comprada por 15
euros y a mí me habían regalado una.
Lamentablemente
no pude convencer al Glori de venir al cumpleaños.
En
el último momento, recibimos una llamada de nuestro amigo “Coyote” que nos
invita a su casa con piscina y barbacoa a la celebración de una fiesta de
cumpleaños de las que se recordarían durante décadas
La
conversación entre Glori y yo fue más o menos la siguiente.
Yo:
- Bueno, obviamente vamos a la fiesta, el concierto no pinta muy bien y esta
fiesta de cumpleaños tiene una pinta espectacular.
Glori:
- Pero ya he comprado mi entrada por 15 euros y no quiero tirar el dinero a la
basura.
Yo:
- Pero esta fiesta va ser mucho mejor. Glori tío, los juglares harán canciones
sobre esta fiesta, se escribirán epopeyas sobre lo que pase hoy.
Glori:
- Claro, a ti te han regalado la entrada y no pierdes por irte a la fiesta. Yo
he pagado 15 euros y no es lo mismo. Ve tú si quieres, yo me voy al concierto.
Cuales son:
Los Costes: ir al concierto
ir a la fiesta
Beneficios
Resultado
Los Costes: ir al concierto
ir a la fiesta
Beneficios
Resultado
2.-Tu amiga Laura adora ir de compras. El mes pasado vio un
vestido espectacular para lucir en la fiesta de graduación de fin de curso. Sin
dudarlo entró en la tienda y lo compró por 200 euros. No se lo probó en la
tienda porque tenía pensado hacerlo en casa. El problema es que se le olvidó, y
ahora, al mes, el vestido no le entra porque es 2 tallas menores a la suya.
Cuando va a devolverlo a tienda, la dependienta le dice que ha pasado demasiado
tiempo y ya no lo puede devolver. Laura se lo ofrece a todas sus amigas e
incluso lo intenta vender por internet.
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