A
lo largo de nuestra vida tenemos que tomar muchas decisiones importantes. ¿Qué
carrera estudio? ¿trabajo en una empresa o preparo oposiciones? ¿me
compro una casa o sigo de alquiler? Pero también hay decisiones que nos
acompañan en el día a día que tomamos casi sin darnos cuenta ¿estudio una hora
más o me voy con mis amigos ? ¿Me compro esas
zapatillas que me gustan?
Durante el primer tema hemos visto que el problema económico básico consistía en
que tenemos unos recursos escasos para satisfacer nuestras necesidades. Esto
provoca que tengamos que tomar decisiones de manera continua. Pero, ¿en qué me
baso para tomar una decisión u otra? Ahí es donde entra la economía. Vamos
a ver 4 principios económicos que nos pueden ayudar a tomar las decisiones.
El primer principio es el Coste de Oportunidad
El
coste de oportunidad se define como el valor de la mejor
acción no realizada, representa aquello que renunciamos cuando
tomamos una decisión económica. Este concepto, de gran importancia
tanto en la economía como en nuestra vida diaria, fue inventado por
el economista austriaco Friedrich von Wieser en su libro “Teoría
de la economía social” en 1914.
Vamos a analizar el coste de oportunidad :
En
la gestión empresarial y privada
Las
empresas, independientemente de su tamaño y sector, tienen que tomar
decisiones de inversión y financiación, con el fin de optimizar los
recursos disponibles y así maximizar su beneficio. El coste de la
oportunidad representa todo aquello a lo que se renuncia por haber
tomado una decisión determinada. Pongamos un ejemplo de una empresa
que decide adquirir unos terrenos como una decisión de inversión.
Con el dinero utilizado para comprar los terrenos, la empresa podría
haber realizado otras operaciones, como por ejemplo, la compra de
otros terrenos diferentes o de un edificio en una ciudad, o
inversiones en bolsa. El coste de la oportunidad es todo aquello a lo
que se renuncia. Por otra parte, para adquirir los terrenos podrá
adquirirlos con dinero en efectivo o mediante un préstamo. Las
empresas con mucha liquidez pueden adquirir préstamos con el
objetivo de beneficiarse de diferentes beneficios fiscales. En este
ejemplo el coste de oportunidad de una empresa que compra con
efectivo debe ser igual al valor que supondrían las desgravaciones
que obtendría mediante una financiación, para así conseguir el
máximo beneficio empresarial.
En
la política económica
El
Gobierno, como gestor económico de los recursos y bienes públicos,
decide en qué, cuánto y cómo gastar el dinero del contribuyente
con el objetivo de maximizar los beneficios de la mayoría de los
ciudadanos. Por ejemplo, si el Gobierno tiene un presupuesto para
realizar inversiones, podría decidir entre invertir en mejores
medios para la seguridad nacional ante posibles amenazas, invertir en
I+D+i, o invertir en la construcción de infrastructuras para el uso
de los ciudadanos. El Gobierno debería apostar por aquella opción
que maximice el beneficio de la mayoría de los ciudadanos,
apareciendo así el coste de oportunidad.
En
nuestras vidas
El
coste de oportunidad incide directamente en las decisiones tanto
patrimoniales como personales. Siempre analizamos nuestras decisiones
con el objetivo de obtener el mayor beneficio patrimonial o personal.
El
coste de oportunidad sobre nuestro patrimonio actúa del siguiente
modo. Supongamos que tenemos un piso en nuestra propiedad, y estamos
pensando en reformarla y mudarnos a ella, o por otro lado alquilarla
y obtener una renta por ello. Si nuestra decisión es reformarla y
mudarnos a ella, el coste de oportunidad sería equivalente al valor
actual de las rentas perdidas por no haberlo alquilado, además de
los costes adicionales de la reforma.
Por
otro lado el coste de oportunidad en las decisiones personales,
aparece en todas las situaciones de la vida en las que tenemos que
tomar una decisión frente a varias alternativas. Por ejemplo, el
coste de oportunidad de ir al cine podría ser hacer la colada, o
adelantar trabajo de la semana. En la mayoría de los casos,
cualquier individuo en la mayoría de los casos tomaría la decisión
que minimiza su coste de oportunidad.
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