viernes, 5 de febrero de 2021

TEMA 3.1 ELEMENTOS DE LA EMPRESA

Continuando con el estudio de la realidad empresarial, conviene delimitar cuáles son los elementos de la empresa, es decir, qué hay dentro de ella. A primera vista la pregunta es muy sencilla: en una empresa hay máquinas, mobiliario, ordenadores, se trabaja dentro de unas oficinas o en una fábrica… Todo eso es lo que se denomina capital físico. 
Pero también hay personas que trabajan en ella: los dueños y empresarios, los empleados, que llamamos capital humano. Si nos paramos a pensar, también son parte de la empresa aspectos como las marcas que utiliza, la experiencia y los conocimientos de los trabajadores o los clientes que le son fieles después de muchos años. Éstos son elementos intangibles. Por último, hay un elemento sin el cual sería impensable la actividad de la empresa: el dinero en sus distintas formas, lo que denominamos capital financiero. Por ello, podemos dividir los elementos de la empresa en cuatro grandes grupos:
– Capital físico. Está formado por los elementos más evidentes que se encuentran en una empresa, y se pueden observar a simple vista: terrenos, inmuebles, naves industriales, maquinaria, equipos informáticos, herramientas, mobiliario, etc. Todos ellos son imprescindibles para realizar su actividad, bien sea la fabricación de bienes o la prestación de servicios. Por ejemplo, un supermercado necesita estanterías, cajas registradoras y un local donde colocar los productos, aparte de muchas otras cosas como ordenadores para llevar la contabilidad, material de oficina, etc.
– Capital humano. Por muy importantes que sean los bienes que utiliza una empresa para producir, de nada sirven por sí solos. Es necesaria la presencia de personas que lleven a cabo la actividad productiva utilizando los medios que tienen a su disposición. Dentro del capital humano podemos distinguir a:
  • Los dueños o propietarios de la empresa.
  • Los directivos.
  • Los trabajadores.
– Elementos intangibles. Se trata de factores que son difíciles de observar pero que resultan cruciales para el éxito de la empresa. Se pueden dividir en dos categorías:
  • Capital intelectual. Es la formación previa de las personas que trabajan en la empresa, su experiencia acumulada y, en definitiva, todo aquello que atesoran en su cabeza y que les hace conseguir unos resultados que serían imposibles de alcanzar sin dichos conocimientos. En inglés se suele denominar a esto Know how, literalmente “saber hacer”.
Activos intangibles. integrado por la organización, la imagen y la cultura de la empresa.
La imagen es la forma como se percibe a la empresa desde su exterior y depende del nombre, la marca, el logotipo, su reputación y la de sus miembros, la comunicación de su actividad y sus valores. Prácticamente todas las empresas trabajan para mejorar su imagen porque así aumenta el valor de la empresa y la riqueza de sus dueños.  Por ejemplo, se dice que la marca Coca-cola tiene más valor que todas las instalaciones que tiene dicha empresa repartidas por el mundo.




 

 
La cultura de la empresa son sus valores, creencias y las formas con las que actúa. Depende de la personalidad de sus propietarios y gerentes, de su historia y evolución en el tiempo, del sector en el que se encuentra, de su posición en el mercado y de la capacidad de innovación.




– Capital financiero. La empresa necesita el dinero desde su nacimiento para comprar el capital físico que utilizará, y posteriormente recibirá ingresos de las ventas, deberá pagar a los trabajadores, a los proveedores de materias primas, etc. Este capital financiero no tiene por qué ser dinero en efectivo; es más, cada vez se usa menos esta modalidad, y se utilizan medios de pago como las transferencias bancarias, cheques, pagarés, letras de cambio, tarjetas de crédito, etc. Además de a los recursos propios, las empresas también suelen acudir a la financiación ajena (dinero que le prestan las entidades financieras).

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